Lo adelantaron las autoridades de ese colegio; malestar entre los estudiantes
Tras una nueva ronda de diálogos entre los alumnos que participaron de la toma del Colegio Nacional de Buenos Aires (CNBA) y los vicerrectores de los turnos tarde y vespertino, comenzó ayer el procedimiento de aplicación de sanciones previsto en el reglamento de este histórico establecimiento.
Si bien aún no se comunicó oficialmente, LA NACION pudo saber que los 25 estudiantes serán sancionados por igual con veinte amonestaciones.
De esta forma, algunos de ellos estarán muy cerca de quedar libres y a otros la sanción no les modificará su situación actual porque ya están libres por ausencias y participan de un "programa especial" cuestionado por gran parte de los docentes.
Ayer, durante la reunión mensual del Concejo de Escuela Resolutivo (CER), los representantes de los estudiantes intentaron sin éxito introducir la discusión sobre las medidas disciplinarias adoptadas por las autoridades del CNBA. Al no ser aprobada su propuesta, los estudiantes se fueron de la reunión sin terminar de escuchar el informe del rector del colegio, Gustavo Zorzoli.
"El tema de las sanciones no estaba en el orden del día y tampoco es facultad del Consejo Resolutivo; el órgano que sí lo debe tratar es el Consejo de Convivencia, que se reunirá una vez que terminen los diálogos con los alumnos. Esto es lo que los chicos no escucharon porque se levantaron ofendidos y se fueron", dijo Zorzoli a LA NACION.
Además de la profanación del templo vecino al colegio durante la toma, que se mantuvo entre el 17 y el 27 de septiembre, se produjeron importantes daños y trastornos dentro del establecimiento.
Los estudiantes, que piden no ser sancionados, intentaron también ayer que no se dictaran clases en el turno vespertino. Pero no lo lograron. También buscaron convocar a sus pares en asamblea, pero esa reunión fue desplazada para la mañana de hoy.
"El problema es que Zorzoli habla de rigor y de sanciones firmes, pero después morigera su aplicación y busca la forma de retener a los alumnos", dijo a LA NACION un docente de larga trayectoria en el CNBA que pidió reserva de su nombre. "A través de sus negociaciones políticas los estudiantes han arrancado de Zorzoli muchas concesiones que ahora ostentan como derecho adquirido", afirmó el docente. Se refería de esta forma a un programa especial para alumnos que hayan quedado libres de faltas implementado por Zorzoli a poco de asumir, a fines de 2010.
"Hay malestar entre los profesores que cuestionamos ese programa. Es muy difícil lidiar con estos chicos que están libres de faltas y vienen al colegio sólo a hacer política", indicó el docente.
Ese programa permite a los "libres" asistir a clases en la misma aula y condiciones que los alumnos regulares, no obstante no estar incluidos en el sistema de promoción. Se disponen mesas de exámenes especiales para ellos.
En esa condición estarían varios de los alumnos que serán sancionados por su participación en la toma; entre ellos también están los que profanaron San Ignacio y sobre los que pesa una causa ante la justicia porteña. Una vez que se conozca el dictamen de la justicia contravencional, Zorzoli aplicará sobre ellos la máxima sanción que contempla el reglamento: la pérdida de su condición de alumno regular.
Consultado sobre ese programa, Zorzoli admitió que no funcionó como lo había planificado y anunció que lo revisará. "Lo venimos implementando desde que comencé como rector y tuvo diferentes modificaciones. No dio buen resultado. Algo habrá que hacer", admitió.
